
En cuanto a diseño de interiores, hay infinidad de trucos que nos permitirán con unos pequeños cambios hacer que nuestra casa, una oficina o un local, parezcan mucho más grandes. Desde almacenamiento inteligente integrado en los muebles, cajas o cajones que pueden situarse en vertical, hasta enormes espejos en la pared o desde ilusiones ópticas como alfombras con un estampado concreto. Pero lo que no está tan extendido es la importancia de la iluminación para ayudar a crear esa sensación de espacio.
Y es que si bien es cierto que con el paso del tiempo los pisos han ido ganando cada vez más tamaño, también ha ido cobrando especial relevancia -sobre todo con el auge de las redes sociales- ese aprovechamiento del espacio, sin dejar de lado, por supuesto, el aspecto decorativo.
Y, como decimos, la iluminación también juega un papel fundamental en este sentido. Vamos a ver cómo utilizarla y pequeños trucos que serán útiles para hacer que la habitación parezca más grande.
1. Utiliza varias fuentes de luz
Una de las primeras reglas no escritas es: una sola lámpara en el techo será insuficiente (en la mayoría de los casos). De esta forma solo arrojará un haz de luz en medio del cuarto y no llegará con suficiente intensidad al resto de esquinas, lo que implica que la atención se vaya solo a esas zonas iluminadas, mientras que el resto pasarán desapercibidas, casi a un segundo plano. Si la habitación es pequeña, la sensación de agobio puede ser algo mayor.
¿Cuál puede ser la solución? Utilizar múltiples fuentes de luz alrededor de la estancia para abrirla. Una lámpara de pie en una esquina o en la mesilla de noche o, incluso, un aplique de pared encima del cabecero de la cama, ayudará a esparcir la luz alrededor. Esto extenderá el enfoque en toda el área de la habitación.
Por no hablar, también, de que nos dará más control sobre los diferentes estados de ánimo de la habitación, ya que si queremos una luz más ambiental o más íntima, siempre podremos tirar de los apliques o una luminaria situada en la mesa auxiliar junto a la cama.
2. Siempre hay espacio para un aplique de pared
Y, precisamente, hilando con este primer punto sobre el tema de difundir la luz, una de las soluciones más socorridas, sobre todo para cuartos más pequeños, donde, incluso, una lámpara de pie pueda resultar agobiante, son los apliques de pared.
Se convierten en la solución perfecta para utilizar en pequeños rincones o hasta rincones incómodos. Por ejemplo, iluminar los espacios a ambos lados de la cama para hacer que esa zona parezca mucho más amplia. Además, hay algunos apliques circulares, que hasta parecen cuadros, por lo que, ocuparán aún menos espacio, al mismo tiempo que servirán para decorar.
3. Lámparas largas en suspensión
Otro de los trucos más comunes para hacer que una habitación parezca más grande es utilizar el espacio vertical. Si careces de metros cuadrados suficientes, pero tienes un techo razonablemente alto, siempre puedes centrar la atención en esto con muebles altos y delgados y estantes altos.
¿Y para su iluminación? Pruebe con una lámpara en suspensión que cuelgue del techo. Esto servirá para atraer la atención hacia arriba y hacia abajo, enfatizando la altura de la habitación en lugar del pequeño espacio que hay para el cuarto.
4. ¿Y una lámpara grande y extravagante?
Y aquí llegamos a un punto en el que casi diríamos que hay dos escuelas de pensamiento, aparentemente opuestas. Tiene que ver con los objetos y adornos grandes en un espacio pequeño. Aquí, o bien se limita a elementos proporcionalmente pequeños, de forma que ninguno sea el protagonista y que todos capten la misma atención (básicamente, los tres primeros puntos que acabamos de comentar); o solo se tienen uno o dos grandes, liberando el resto de espacio.
Como es cuestión de gustos, si se opta por este último, uno de los trucos más socorridos es utilizar una sola lámpara grande y llamativa, quizás hasta con una pantalla extravagante, en una habitación que, de otro modo, estaría casi vacía.
5. Lámparas altas y delgadas
Para elegir luminarias que ocupen las mesillas de una habitación, también se suele optar por lámparas de mesa altas y delgadas con pantallas pequeñas. Ahora bien, ¿cómo elijo el tamaño adecuado? La regla es, por lo general, que la altura de la pantalla sea de aproximadamente tres cuartas partes de la altura de la base y, en caso dado, se debe optar por una pantalla más grande.
Pero ya sabemos, las reglas están hechas para romperse. Y es que si lo que queremos es que la habitación parezca más grande, podemos poner lámparas muy delgadas y altas que pueden adaptarse a pantallas más pequeñas. Esto último servirá para darle más espacio, sobre todo en la mesa en la que está situada y ayudará a enfatizar los verticales en el cuarto.
6. Los colores también importan
La mayoría de las paletas de color diseñadas para dar más espacio y aire a una habitación se basan en colores claros: paredes y cortinas blancas, suelos de madera claros y muebles claros y hasta blancos. Por lo tanto, lo común es que en muchos casos se opta por pantallas o lámparas neutras y livianas, tal vez hechas de lino o de seda.
Pero como ya habrás podido intuir… las reglas están para romperse (sí, una vez más). En determinadas circunstancias, una pantalla oscura y opaca puede ser ideal si se desea enviar la luz hacia arriba para acentuar una característica o una esquina, en lugar de utilizar luminarias para el ambiente general.
7. Iluminación y espejos: buena combinación
Seguramente, poco antes de llegar hasta aquí, te estuvieras preguntando por este punto. Y es que los espejos son el truco más antiguo del libro cuando se trata de crear la ilusión de espacio.
El método clásico es colocar uno grande frente a una ventana, pero, claro, no siempre se puede, o directamente, no se puede confiar en la luz natural. ¿La solución? Es sencilla: colocar los espejos frente a las luces de la pared para obtener un efecto similar.
8. Pantallas cuadradas para mesas pequeñas
Si tienes la intención de colocar una lámpara en una mesa muy estrecha, porque no tienes suficiente espacio para otro, y optas por una con pantalla, procura que esta sea cuadrada. Básicamente, porque así será más fácil empujarla contra la pared y ahorrar un espacio que puede resultar valiosísimo.
9. Ni pantallas, ni altas y delgadas
Bien, puede también darse el caso que no nos gusten ni las lámparas de pantalla, ni las altas y delgadas, pero sí necesitamos un punto de luz extra en la habitación (sobre todo para hacer utilizar varias fuentes) y que no ocupe demasiado espacio.
Para ello, la solución está en una simple bombilla y un cable. Hablamos, además, de una de las luminarias que se han convertido en tendencia en los últimos tiempos. Dado que solo utilizamos dos elementos, y uno de ellos es el cordón eléctrico, el hueco que dejaremos será mayor y dará aún más sensación de grandeza.
10. El viejo truco del vidrio
Por último, igual que con los espejos, otro de los trucos clásicos de diseños de interiores cuando hablamos de la creación de espacio es utilizar muebles transparentes o mesas de vidrio, para eliminar las barreras para la vista y abrir una habitación.
Hay lámparas de mesa o colgantes transparentes, con el aspecto incluso de una botella, que pueden servir para crear pequeños puntos de luz que abran más el cuarto.